Presentación

Metas presidenciales candidato Bernardo Javalquinto

Cuando abrazamos una causa justa y necesaria, al mismo tiempo debemos emprender un desafío de proporciones. Nuestra meta tiene como pilar fundamental impulsar el desarrollo de un Chile libre, soberano e inserto en un mundo globalizado, que garantiza a sus ciudadanos la igualdad de oportunidades, bajo el amparo de una economía social, solidaria e inteligente y en forma sustentable.

Los tiempos que vivimos nos exigen hacer una revisión de las distintas reformas implementadas a lo largo de tres décadas, y verificar en terreno si han sido implementadas en forma correcta; y los beneficios y costos que han traído a través de una mirada libre de ideología, donde participa activamente la ciudadanía. Consideramos que, a pesar del gran desarrollo económico logrado, ha llegado el momento de evaluar las distintas competencias de manera que podamos continuar con su desarrollo en forma más humana y armónica. A este efecto, la promoción del pensamiento de emprendimiento social para erradicar la pobreza material y espiritual se constituirá en un pilar de nuestras redes de educación, el que junto a la profundización en las políticas de descentralización será uno de los ejes principales de nuestro Gobierno.

Muchas de las carencias que se observan en el Chile de hoy son producto de temas que se repiten, pese a la existencia de normas y legislaciones, pero donde no se respetan los programas de inversión, o se hace en forma incompleta o errada.

Las metas de nuestro Gobierno serán introducir importantes reformas en cada una de las áreas que durante décadas cada gobierno promete resolver y que no logra, como es el caso de la justicia, educación, salud, pensiones o la violencia en la Araucanía, solamente por mencionar algunas áreas de permanente conflicto y fuente de gran inequidad en nuestra sociedad.

El Estado debe velar por el cumplimiento de nuestra Constitución y las leyes que de ahí emanen con el objeto de proveer garantías básicas de igualdad y oportunidad para impulsar y mejorar la vida de los chilenos, entendiendo que la calidad de vida no se sustenta en el poder adquisitivo, sino en el desarrollo de la cultura y pensamiento.

El sistema político imperante en nuestro país requiere la introducción de herramientas que otorguen una mayor garantía a la ciudadanía de que aquellos electos para cargos públicos se desempeñen en la búsqueda del bien común y no de sus intereses partidarios, con frecuencia reñidos con el desarrollo de nuestro país; asimismo, se revisarán las prácticas de remuneración vinculadas a nuestro Congreso, los períodos electorales y períodos de servicios permitidos, siempre con el objetivo de asegurar mayor probidad y una renovación real de la política que vaya en beneficio de Chile.

Será materia del Gobierno revisar las políticas de concesiones en nuestro país de manera de lograr un sistema que atraiga la inversión extranjera, pero que no someta a los ciudadanos a onerosas tarifas que se perpetúan en el tiempo y muchas veces exceden el beneficio buscado.

Los altos costos y problemas permanentes del Transantiago demuestran una vez más cómo la improvisación condena a nuestro país al subdesarrollo. Chile merece un transporte público efectivo, ecológico y con una tarifa al alcance de todos, lo que claramente no se ha logrado, a pesar del costo exorbitante que representa para el país cada año. Debe ser revisado y ajustado a un nuevo plan de mediano plazo que asegure un sistema con las características que el país necesita.

La revisión de la regulación que afecta al transporte público en regiones será una prioridad para nuestro Gobierno.

Debemos también resolver el problema de la escasez de agua a lo largo y ancho de nuestro país, es urgente revisar los derechos de agua para poder hacer frente de manera eficiente a los estragos que han producido malas administraciones del agua y una década de sequía.

Queremos hacer una gran revisión en salud pública, erradicando las malas prácticas que se han normalizado, para así perfeccionar la red completa y seguir construyendo para poder llevar una salud de calidad a todo el territorio nacional.

Preocupa la situación de los chilenos que trabajaron y pagaron impuestos toda su vida y ahora que llegan a la tercera edad se encuentran con un Estado ausente en ofrecerles condiciones que les permitan disfrutar su vejez en óptimas condiciones y con una excelente calidad de vida. Nuestro Gobierno propiciará la creación de fondos soberanos, cuya función exclusiva será proveer un pilar solidario digno a toda la población vulnerable.

Queremos invertir en investigación y desarrollo, porque este es el camino para ser un país innovador, justo y equitativo. Consideramos que la educación no es un derecho, sino que debe ser considerado una necesidad de sobrevivencia en un mundo globalizado y cada vez más competitivo; en consecuencia, daremos un gran énfasis al desarrollo de un programa de inversión extranjera de inteligencia y conocimiento en nuestro país, así como el desarrollo de ecosistemas en torno a parques tecnológicos, donde podamos agregar valor a nuestros productos y servicios y generar nuevos empleos.

Nos aseguraremos de que entren más bancos al mercado nacional para así generar una sana competencia económica, cuyos beneficios se traspasen a los usuarios.

Será prioridad de nuestro Gobierno proponer una legislación moderna para neutralizar cualquier incentivo perverso que pudiera tener una industria para controlar segmentos de la economía en nuestro país.

El aumento del gasto público en los últimos años ha alcanzado niveles difícilmente sostenibles en el tiempo y urge una revisión completa tanto del estamento de empleados fiscales, así como las remuneraciones y el costo general que esto representa para los contribuyentes. Se propondrá nueva legislación que refuerce las garantías de que los funcionarios contratados sean efectivamente los idóneos y se propondrá un acuerdo transversal para minimizar los operadores políticos que hacen tanto daño a nuestro país.

Si bien la minería ha sido considerada el sueldo de Chile durante décadas, el cobre no debe tener un rol tan preponderante en determinar la economía del país, razón por la cual será también prioridad del Gobierno buscar diversificar nuestra economía. Se buscará incorporar un socio estratégico a Codelco que le permita ser una empresa multinacional que exporte conocimiento y experiencia minera al resto del mundo.

Debemos fortalecer la pequeña agricultura, con crédito y apoyo técnico de manera efectiva, y en gran medida esto se abordará con programas especiales de educación, puesto que en nuestro país todavía es evidente la precariedad educativa en la zona rural, lo que en muchos casos explica porqué a pesar de tener tantos programas de ayuda, éstos son poco eficientes y mal ejecutados. No debemos olvidar que la agricultura y el agua son una fuente esencial para nuestra sobrevivencia.

La desertificación paulatina y continua que observamos en nuestro país producto del cambio climático es un tema ajeno a las políticas de estado existentes, a pesar de que el agua y la agricultura son esenciales. En tal sentido, será prioridad de nuestro Gobierno promover un plan país para liderar las tecnologías de recuperación desértica en Latinoamérica, similar a lo que ha hecho Israel, aprovechando nuestra condición de país privilegiado en energía solar, para utilizar nuevas tecnologías en extracción de agua del mar y su desalinización.

Consideramos extremadamente importante iniciar un cambio a la cultura empresarial y política en nuestro país a través de una revisión general de los sistemas de educación, de manera de que nuestro país abrace el conocimiento y la educación, no como un derecho, sino como un deber de todo ciudadano. El modelo económico imperante en nuestro país durante los últimos 30 años ha sido de gran éxito, colocando a nuestro país en una posición de liderazgo en la región y miembro del selecto grupo de países OCDE; no obstante, al desarrollo económico logrado le falta sensibilidad social y aplicación efectiva del Estado de Derecho que garantiza la igualdad de cada chileno ante la Ley, y que ha propiciado un gran quiebre en nuestra democracia. Será prioridad de nuestro Gobierno desarrollar una nueva cultura de desarrollo para nuestro país.

El medio ambiente ha sido degradado en algunas zonas, lo que se constituye en una herencia inaceptable para las futuras generaciones. Nuestro país ha dado grandes pasos en el cuidado del medio ambiente, sin embargo aún hay grandes falencias, sobre todo en la fiscalización y consecuencias legales de infringir el reglamento, razón por la cual estas normas serán revisadas para asegurar que las futuras generaciones puedan contar con un país limpio y sustentable.

Proponemos refundir el Ministerio de la Cultura con el de Educación, creando el Ministerio de Desarrollo Humano. Esta iniciativa tiene por objeto generar un nuevo marco para el desarrollo del capital humano en nuestro país que sea más eficiente, más eficaz y a la vez permita erradicar malas prácticas del sector de educación, que durante más de dos décadas se esmera en ofrecer una educación de calidad que no ha sido capaz de lograr. Este Ministerio ofrecerá una mirada moderna al sistema de educación integral, incorporando artes y letras, ética y formación ciudadana como sus prioridades.

El Consejo de Alta Dirección Pública debe ser ocupado por personas idóneas, elegidas por la ciudadanía y no por el gobierno de turno, siendo esos cargos ocupados actualmente por políticos que no tienen ningún mérito para estar ahí, para que así instituciones como el Banco Central o el Instituto nacional de estadística (INE) efectivamente apunten a las falencias más claras que tiene el país, comenzando por la desigualdad extrema. Esta fue una de las causas de la protesta social.

Será prioridad del nuevo Gobierno introducir en forma eficiente y eficaz toda la nueva legislación que pueda emerger como resultado del proceso constituyente, y a su vez apresurar este proceso para retornar la democracia al pueblo de Chile sin los vicios políticos que imperan el día de hoy.

El combate a la corrupción, narcotráfico y delitos que afecten a la sociedad toda, tales como son los aspectos administrativos, civiles, colusiones o engaños, constituirán un eje central de nuestro Gobierno. Se buscará introducir el concepto de TRAICIÓN A LA PATRIA, sobre todo cuando la corrupción afecte la administración pública e incluirá elevadas penas para desincentivar este tipo de delitos, reformando el Código Penal y Civil al efecto. Me preocuparé de todos los delitos, como los casos que hemos visto, y se aplicará todo el rigor de la justicia.

Es nuestra misión promover, desde muy temprana edad en la visión de los niños, el cuidado de la vida y del entorno natural, en cada uno de sus reinos. Lo más importante de todo esto, es que cambiará todo el sistema, que se centrará en el ser humano como eje principal de la sociedad.